Quién no ha tenido la tentación de ofrecer algún bocado nuevo y jugoso a su mascota... La "comida extra" puede suponer graves riesgos para la salud del perro y el gato. Es importante conocer la toxicidad de ciertos alimentos que para el ser humano son cotidianos en sus cocinas, pero que en ciertos animales pueden producir cuadros de intoxicación. Esto se debe a que su metabolismo, y por tanto sus sistemas de digestión y asimilación de los alimentos son diferentes a las de las personas.
Los cachorros tienen el peligro de remover y destrozar basuras, ingiriendo todo aquello que encuentran, así que están más expuestos. Los gatos son muy selectivos por lo cual las intoxicaciones alimentarias son menos frecuentes.
Para conseguir un tratamiento y un pronóstico más precisos, los veterinarios tenemos de disponer de la mayor información posible, como por ejemplo cuánta cantidad ha ingerido de una vez el animal o durante cuánto tiempo ha tenido acceso a ese alimento. Para facilitaros un poco la labor, os presentamos un listado de alimentos potencialmente tóxicos para nuestras mascotas.
El chocolate:
Es perjudicial para perros y gatos, ya que se considera un veneno porque contiene teobromina, un estimulante del sistema nervioso central que daña corazón, pulmones y riñones. Cuanto más negro es el chocolate, más teobromina contiene. El chocolate con leche es menos tóxico que el chocolate negro, que, a su vez, es menos tóxico que el chocolate de repostería. Los síntomas de toxicidad por chocolate incluyen vómitos, diarrea, hiperactividad, convulsiones, espasmos, ritmo cardíaco irregular y hemorragias internas. Estos se consideran casos de urgencia veterinaria que requieren una atención inmediata. Dentro de 12 a 36 horas, pueden experimentar sensibilidad sensorial, rigidez, alucinaciones, ataques al corazón, estado de coma y la muerte.
La dosis letal de teobromina para el perro son 250-500 mg/kg No hay antídoto.
El ajo, cebolleta y cebolla:
Estos vegetales y hierbas contienen tiosulfato, y pueden provocar irritación gastrointestinal y anemia hemolítica grave (destrucción de glóbulos rojos). Aunque los gatos son más propensos, los perros también corren el riesgo si consumen una cantidad importante. La toxicidad suele diagnosticarse a través de los antecedentes, signos clínicos como debilidad, resistencia al movimiento, orina de color naranja, y confirmación microscópica de Cuerpos de Heinz. Una dosis pequeña y ocasional, como la que podemos encontrar en los alimentos para animales, no es probable que cause problemas, aunque recomendamos nunca dar a tu mascota grandes dosis de estos alimentos.
Masa de hornear:
El húmedo calor del estómago de nuestras mascotas proporciona un entorno perfecto para que la levadura en la masa cruda aumente, lo que puede causar malestar intenso y conducir a la ruptura del estómago o intestino del perro. La expansión del estómago puede ejercer presión contra el diafragma, dificultando la respiración. Esto puede ser doloroso y provocar hernias en el estómago o en los intestinos. Sin embargo, una vez que la masa es cocinada y la levadura ha espumado los riesgos disminuyen.
Uvas y pasas:
Estas frutas pueden provocar insuficiencia renal grave e incluso la muerte. A pesar de que se ha estudiado este tema, aún no se ha logrado determinar cuál es la sustancia exacta que causa este fallo renal. Puede ser algún elemento de las pasas o uvas como tal, otros piensan que podría tratarse de algún pesticida que se haya usado en la planta y otros consideran que podría ser un moho u hongo común en las uvas. O, tal vez, una combinación de las anteriores. Otra cuestión que aún no se logra determinar es por qué algunos perros pueden comer uvas y pasas sin problemas, pero otros mueren a los pocos días aun a pesar de haber ingerido una mínima cantidad.
Los primeros síntomas de envenenamiento incluyen vómitos repetidos y diarrea, seguida de letargo, deshidratación, falta de apetito, disminución de la orina.
El aguacate:
Las hojas, frutas, semillas y corteza del aguacate contienen gran cantidad de grasas y persina (dañina para los perros). Su consumo en grandes cantidades puede provocar desde transtornos digestivos (vómitos y diarreas) hasta pancreatitis. Los pájaros y los roedores son especialmente sensibles a la intoxicación por aguacate y pueden desarrollar insuficiencia cardíaca, dificultades de respiración y acumulación de líquidos alrededor del corazón. Algunas ingestiones pueden incluso ocasionar la muerte.
Tomate sin madurar y patata cruda:
Las partes verdes de la planta del tomate, incluidas las hojas, los tallos, y los tomates aún verdes contienen ingredientes llamados glicoalcaloides, que son tóxicos para los gatos y los perros si los ingieren. A medida que los tomates van madurando, los niveles de dichos compuestos disminuyen hasta quedar una cantidad mínima. Los principales signos son vómitos, diarrea, letargo, debilidad o confusión.
Nueces de macadamia:
Los frutos secos no son saludables para los perros, por su alto contenido de fósforo que pueden conducir a cálculos en la vejiga.
Las nueces de macadamia en concreto, son venenosas para los perros, causando depresión, vómitos, temblores y dolor muscular, debilidad, parálisis de las extremidades posteriores, hinchazón articulaciones y fiebre alta. Los síntomas suelen aparecer en las primeras 12 horas tras la ingestión y duran aproximadamente entre 12 y 48 horas.
Dosis tóxica: 2,2 g/kg (perro). No existe antídoto.
Cafeína:
Los perros y gatos son mucho más sensibles a los efectos de la cafeína que las personas. La cafeína en cantidades lo suficientemente grandes puede ser mortal para nuestra mascota pues no hay antídoto. Los síntomas por este tipo de intoxicación son hiperactividad, respiración rápida, ritmo cardíaco irregular, temblores musculares,convulsiones, vómitos, diarrea. Además de en el té y en el café, (incluyendo granos y posos) la cafeína se encuentra en el cacao, el chocolate, las bebidas de cola y bebidas estimulantes como el Red Bull. También en algunos medicamentos para el resfriado y analgésicos.
Xilitol:
El xilitol se utiliza como edulcorante en muchos productos, entre otros los chicles y caramelos sin azúcar, la bollería y la pasta de dientes. En la mayoría de las especies puede desencadenar una emisión de insulina. El incremento de insulina provoca hipoglucemia (bajada de los niveles de azúcar) lo que a su vez puede desembocar en insuficiencia hepática. Los primeros síntomas de toxicosis incluyen vómitos, somnolencia, pérdida de coordinación e incluso convulsiones.
La sal:
En grandes cantidades puede provocar sed excesiva, incontinencia urinaria, e incluso intoxicación por iones de sodio. Síntomas que indican que tu mascota puede haber ingerido demasiados alimentos salados son vómito, diarrea, depresión, temblores, fiebre, convulsiones e incluso la muerte.
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