En un entorno humanizado y acotado a la función de ser nuestros compañeros, perras y perros no precisan ejercer sus roles sexuales o reproductivos.
Algunos estudios aseguran que la presencia de los órganos genitales acortan sensiblemente la vida de nuestros canes.
Es cierto que nuestras perras y perros nacen con la capacidad de reproducción sexual y que, por tanto, de manera natural tienen instintos que tienden a desarrollar esta faceta de su vida. No obstante, sus órganos genitales van destinados a una vida libre y salvaje que no es la que llevan bajo nuestra protección. En consecuencia, dichos órganos no tienen una función concreta en un entorno humanizado y acotado a la tarea de ser nuestros compañeros.
Al contrario, los genitales son fuente de no pocos conflictos y complicaciones de salud, sobre todo con la edad, que pueden acortar sensiblemente la vida del perro; son problemas de índole social, psicológico y afectivo, pero también de la salud física del perro los que evitamos con la esterilización.
Beneficios de la esterilización canina
01. Evita gestaciones no deseadas.
También se consigue este efecto mediante la esterilización sin la extirpación gonadal. El problema es que la vasectomía tiene mayores complicaciones postoperatorias y la ligadura de trompas no es una técnica viable en perras y menos aún en gatas. 02. Evita el celo y la pseudogestación.
En las perras es importante realizar la cirugía durante el anestro, aproximadamente unos 2 meses después del estro. La intervención durante el proestro/estro puede suponer mayor riesgo de hemorragia y durante el diestro puede conllevar a que persista la pseudogestación (esto se debe a que, al extirpar los cuerpos lúteos del ovario, habrá una bajada repentina de progesterona y por lo tanto un pico de prolactina que estimula la lactación).
03. Evita la aparición de piómetra.
Patología que afecta aproximadamente al 25 % de las perras enteras antes de los 10 años de edad. Suele ocurrir durante el diestro, donde hay elevados niveles de progesterona y bajos de estradiol.
04. Evita la existencia de tumores testiculares, vaginales (leiomiomas), ováricos y uterinos, independientemente de que se haya realizado una ovariohisterectomía o una ovariectomía, ya que los tumores de útero dependen en gran medida de las hormonas ováricas para su desarrollo. En el caso de tumores vaginales extirpados quirúrgicamente la castración ayuda a evitar las recidivas, sobre todo si la extirpación del tumor no ha sido completa.
05. Disminuye la probabilidad de padecer tumores de mama.
Están considerados una de las neoplasias más frecuentes en los animales de compañía. El riesgo de padecer tumores de mama aumenta con cada ciclo estral, lo que indica que las hormonas sexuales suponen un factor condicionante negativo para su desarrollo. La probabilidad de aparición será menor cuanto antes sea castrada la hembra:
● Perras (hasta un 60 % de los tumores mamarios son malignos en esta especie):
– castración antes del primer celo (prepuber) = 0.5 % probabilidad tumores de mama.
– castración después del primer celo / antes del segundo celo = 9 % probabilidad tumores de mama.
– castración después del segundo celo / antes del tercer celo = 26 % probabilidad tumores de mama.
– castración posterior al tercer celo = no conlleva una disminución en la probabilidad de padecer tumores mamarios futuros.
● Gatas (el 90 % de los tumores mamarios se consideran malignos)
– castración antes de los 6 meses de edad (prepuber) = 9 % probabilidad tumores de mama.
– castración después del primer celo = 14 % probabilidad tumores de mama.
– castración después del segundo celo = 89 % probabilidad tumores de mama.
– castración posterior al tercer celo / 2 años de edad = no conlleva una disminución en la probabilidad de padecer tumores mamarios futuros.
– Requiere una mención especial la hiperplasia mamaria benigna felina que en caso de presentarse ocurre tras el primer celo.
Como podemos ver, en ambas especias el efecto protector de la castración ocurre sólo si la cirugía se realiza antes del tercer celo. Si una hembra entera presenta un tumor mamario, la castración supondrá un aumento de la supervivencia de un 45 %, comparativamente a si no fuera castrada. Esto es independiente de la edad a la que se realice la cirugía.
06. Disminuye la probabilidad de padecer tumores perianales. Estos tumores son habituales en perros enteros que padecen tumores testiculares. Si el tumor perineal aparece en una hembra habría que pensar en la posibilidad de un tumor en glándulas adrenales (productor de testosterona).
07. Disminuye la probabilidad de padecer hernias perineales e inguinales.
08. Disminuye la probabilidad de padecer hiperplasia prostática benigna.
La padecen un alto porcentaje de perros enteros, pudiendo presentar o no signos clínicos:
– 50% de los perros con 3 años de edad. – 80% de los perros con 6 años de edad.
– 98% de los perros con 9 años de edad. Los perros castrados también padecen menos prostatitis y quistes prostáticos.
09. Disminuye la probabilidad de padecer alopecia de la glándula supracaudal.
10. Mejor control de la diabetes mellitus.
Durante el diestro hay mayor riesgo de padecer diabetes transitoria o permanente debido a las elevadas concentraciones de progesterona que tiene efecto antagónico a la insulina y estimula la GH que es una hormona diabetógena. Por este motivo las hembras diabéticas deberán ser castradas para un óptimo control de la glucemia.
11. Mejor control de la epilepsia. Algunos estudios indican que las hembras enteras con epilepsia primaria pueden presentar más crisis convulsivas durante el estro y el final del diestro por lo que la castración podría resultar beneficiosa.
12. Prolonga la esperanza de vida. Los animales castrados viven más que los enteros. Tienen menos probabilidad de morir por determinadas enfermedades infecciosas, accidentes durante el vagabundeo, etc.; pero aumentan el riesgo de morir de cáncer (probablemente porque viven más años) y de enfermedades inmunomediadas.
13. Mejora el control de enfermedades dermatológicas de origen alérgico.
14. Cambios en el comportamiento.
● En hembras castradas:
– La conducta sexual desaparecerá definitivamente (atracción de machos, marcaje, agresividad que empeora durante el celo…
– La agresividad competitiva (hacia personas) sólo desaparece si la perra la manifiesta “exclusivamente” durante el celo (en cualquier otro caso la castración empeorará la agresividad)
● En machos castrados:
– La conducta sexual puede ver disminuida su intensidad de forma rápida, otras veces de forma lenta y progresiva, y en ocasiones el cambio de conducta no se produce nunca. El mantenimiento de esta conducta dependerá de las experiencias previas que haya tenido el macho.
– La monta disminuye un 65% en perros castrados. El marcaje territorial con orina disminuye un 50% en perros y 85% en gatos. El vagabundeo (roaming) disminuye un 90% en ambas especies.
– La agresividad intrasexual (entre animales del mismo sexo), por motivo territorial o por la presencia de hembras en celo, disminuye un 60% en perros y 85% en gatos.
– La agresividad competitiva (hacia personas/ propietarios) disminuye un 25% en perros.
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