La obesidad es el desorden nutricional multifactorial más habitual en los gatos domésticos.
En cuanto a los factores de riesgo que favorecen que un felino doméstico acabe siendo obeso, no está claro que la raza tenga alguna influencia. Respecto a la edad, parece claro que los gatos entre los 5 y 11 años son más propensos a sufrir obesidad, debido a una reducción de su actividad física y sus constantes metabólicas, relacionada con el envejecimiento.
El sexo de los animales y su estado reproductivo también parecen tener una clara influencia en el desarrollo de obesidad: los machos y los animales castrados ganan peso con más facilidad que el resto. Y, claro, los propietarios también son un factor de riesgo determinante: dueños con sobrepeso suelen tener gatos con sobrepeso y, además, la mayor parte de los propietarios tiende a subestimar el peso de sus mascotas.
La obesidad tiene una implicación directa muy significativa en la salud de los gatos que la padecen.
Tiene efectos mecánicos y metabólicos, de forma que predispone a sufrir:
Un aspecto importante relacionado con la prevención y manejo de la obesidad felina es la evaluación de la condición corporal de los gatos para determinar el peso ideal de cada animal y formular planes de pérdida de peso adecuados.
( ARGOS veterinaria, Joaquín Ventura García)
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